Comienza una nueva era

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Fuente: Astrología mundial

 

Este artículo es una actualización de «Astrología Mundial: hacia una nueva era», publicado en 2016.

La astrología es cada vez más influyente

Debemos tener en cuenta que la astrología no es el único factor que determina los acontencimientos humanos. Existen causas terrestres (culturales, sociales, biológicas, físicas, etc.) y causas extraterrestres (influencia de los astros). «Los astros inclinan, pero no obligan»: esto significa que si bien los tránsitos planetarios influyen en los acontecimientos, estos también dependerán de otros factores, incluyendo la voluntad humana. Los tránsitos planetarios son uno de los factores a tener en cuenta, pero no son el único. Si la humanidad no quiere cambiar, la astrología no hará los cambios por nosotros. Del mismo modo, cuando se producen tránsitos malignos, la humanidad tiene el poder de negarse a ser influida por dichos tránsitos, o al menos a que su influencia se vea reducida. El estado en que se encuentre la cultura, la economía o el ecosistema determinará hasta qué punto los tránsitos buenos nos beneficiarán o los tránsitos malos nos perjudicarán. Si la humanidad se encuentra en una grave crisis necesitará tránsitos muy buenos para que la contrarresten; por el contrario, si la humanidad se encuentra bien, cualquier pequeño tránsito armónico nos ayudará, y solo una gran cantidad de tránsitos maléficos podrá hacernos daño.

 

¿Por qué el paso de Plutón por Acuario es tan importante si a través de la historia no hemos visto en esos periodos ningún acontecimiento importante con excepción de la Revolución Francesa? Mi teoría es que para que se produzcan grandes acontecimientos históricos se requiere un alto grado de desarrollo tecnológico y un alto grado de integración planetaria. Por ejemplo, el paso de Plutón por un signo zodiacal hace 100.000 años no podía tener ningún efecto, porque la humanidad se encontraba en un estado evolutivo muy bajo. Tampoco habría tenido gran influencia hace 10.000 años. Quizás pudo tener una pequeña influencia en el Imperio Egipcio del 3000 a.C o en el Imperio Romano del año 100. En aquella época Acuario pudo haber provocado alguna trifulca de esclavos o quizás pudo inspirar a que algún filósofo escribiera un libro, pero nada más. Eran sociedades estables, simples, poco desarrolladas. Ni hablemos de la Edad Media, donde no ocurrió prácticamente nada porque el sistema feudal hacía imposible los cambios, sin importar cuánta energía nos enviaran los planetas. Es a partir del Renacimiento donde la astrología mundial empieza a tener más relevancia. Pero sobre todo es a partir de la Revolución Industrial cuando la influencia de los astros empieza a marcar decisivamente la historia. No es casualidad que el último paso de Plutón por Acuario (1778-1798) haya sido el más trascendental de la historia; porque fue recién en aquella época cuando la humanidad alcanzó un desarrollo civilizatorio lo suficientemente avanzado como para que la energía astrológica tuviese un gran impacto en nuestras vidas. A un animal poco le cambia que Plutón esté en un signo u otro, como tampoco le cambiaba nada a un campesino medieval; pero a medida que el ser humano se aleja de la vida animal/monótona y evoluciona hacia una vida intelectual/creativa, la astrología adquiere una importancia cada vez mayor. Acuario representa justamente eso: la tecnología, la ciencia, la integración planetaria y los cambios. Dado que la humanidad nunca estuvo tan avanzada como ahora, es probable que la próxima era plutoniana de Acuario sea la más poderosa de la historia.

Sobre las polaridades

Entraremos a una era dominada por signos de polaridad positiva (masculinos), sobre todo entre 2025 y 2031. Algunos astrólogos interpretan la energía masculina como «egoísta», «insensible», «malvada», y la contraponen a la energía femenina que para ellos siempre es «bondad», «amor», «belleza». Para mí es una interpretación equivocada. Las polaridades femenina y masculina no son buenas ni malas, son complementarias. Ambas tienen su lado oscuro. Es cierto que lo masculino puede llegar a ser egoísta, cruel, violento. Pero también lo femenino puede llegar a ser frívolo, manipulador e inducir a la depresión y la locura. Lo masculino ejerce una violencia física y lo femenino ejerce una violencia psicológica, pero ambos pueden llegar a ser igual de malvados.

Es más, dada la situación en la que nos encontramos, una gran cantidad de energía masculina sería deseable. Actualmente tenemos un exceso de energía femenina en astrología mundial: Plutón en Capricornio, Neptuno en Piscis, Urano en Tauro. Pero además el ser humano cada vez tiene menos testosterona debido a la contaminación y el sedentarismo. Esto hace que nos sintamos cada vez más débiles, apáticos, tristes. Por eso la gente de hoy en día es tan sumisa y se deja manipular por las élites. Vivimos en una sociedad excesivamente feminizada, por más que algunos digan lo contrario. Ahora más que nunca necesitamos una energía masculina que restablezca el equilibrio.

Plutón no es un destructor

Algunos astrólogos interpretan a Plutón como un planeta maléfico que solo destruye lo que representa el signo por el que transita. Plutón en Capricornio significaría la destrucción del sistema económico, y Plutón en Acuario significaría la destrucción de la libertad. No creo eso. Para mí Plutón es el equivalente en astrología mundial a lo que es el Sol en astrología personal: un planeta que exalta todas las cualidades del signo, tanto las buenas como las malas. Que exalte unas sobre otras dependerá de los tránsitos que haga con los demás planetas. Podemos comprobar que esa interpretación de Plutón como «destructor» es falsa observando lo ocurrido en esta última era: ¿acaso Plutón destruyó el viejo modelo económico y político que representa Capricornio, como predijeron muchos astrólogos? Todo lo contrario, el sistema se fortaleció. Plutón es un transformador, pero no «destruye», sino que cambia de forma y potencia los arquetipos que representa el signo zodiacal.

La era plutoniana de Capricornio

Capricornio, el maestro (Symbolon)

Desde 1995 hasta 2008 estuvimos en la «fiesta de Sagitario»: un periodo de optimismo, expansión económica, globalización, Internet, centros comerciales, reality shows, teen pop y chicas mostrando el ombligo. Pero a Capricornio no le gustan las fiestas. A partir de ese año la gente se volvió seria, la economía entró en crisis y la sociedad se politizó hasta límites nunca antes vistos. De repente una especie de «malrollismo» comenzó a impregnarlo todo. Capricornio pinchó inmediatamente la burbuja económica que había inflado Sagitario y se produjo la Gran Recesión con la quiebra de Lehman Brothers. En esa crisis también influyeron la cuadratura Urano-Plutón, la cuadratura Saturno-Plutón y la oposición Saturno-Urano. Los gobiernos no dudaron en rescatar a la banca utilizando fondos públicos. Vemos aquí un aspecto esencial de Capricornio: la protección del statu quo.

Al mismo tiempo aparecen el smartphone y las redes sociales, dando inicio a una era marcada por el narcisismo. Capricornio como signo cardinal de tierra es egocéntrico y materialista. Esta combinación genera una personalidad que busca alimentar su ego a través de la ostentación de riqueza, poder, fama o belleza. De repente la gente siente la necesidad de exhibir su vida privada al resto del mundo, subir miles de fotos a Instagram de su cuerpo, grabar vídeos para Tik Tok haciendo bailes ridículos o exponer sus pensamientos en Twitter con aires de grandilocuencia. Se busca desesperadamente llamar la atención. Todo el mundo aparenta ser rico, hermoso y feliz; hay un deseo de alcanzar la perfección absoluta.

«Los comportamientos narcisistas nos rodean. El exhibicionismo en las redes sociales, la obsesión por los ‘selfies’ y la propia imagen. Se habla de epidemia, pero ¿es tan preocupante?» (EL PAÍS, 3 de febrero de 2017)

Esta es una época solitaria. Se reducen los amigos, las citas románticas, las cenas familiares, los cumpleaños, los eventos públicos, las festividades. La gente es antipática, tiene miedo de salir a la calle, de entablar relaciones con desconocidos, prefiere estar en un espacio que le brinde seguridad e intimidad. Además, la vida queda supeditada al trabajo, no hay tiempo para divertirse.

Capricornio representa la vejez, por tanto los jóvenes adoptan un comportamiento similar al de los ancianos. Es una juventud conservadora que no bebe, no fuma, no consume drogas, no sale con amigos, no tiene sexo, no es rebelde, no se manifiesta, y en general se pasa el día encerrada en casa mirando el celular o jugando videojuegos. La imagen prototípica de un joven de esta época sería la de un hipster vegano y feminista, con pretenciosas gafas de pasta, la barba perfectamente recortada y el cabello degradee, tomándose una selfie en un Starbucks para subirla a Instagram y recibir likes.

La gente está dispuesta a sacrificar su familia, su tiempo de ocio, su salud o lo que haga falta con tal de obtener el éxito. Se ponen de moda los libros de autoayuda, el coaching motivacional, el fitness, las técnicas de marketing o la vida low cost para optimizar recursos. Cada uno es «empresario de sí mismo». Existe un deseo de superación personal, pero siempre ligado a lo material.

La economía adquiere importancia absoluta. Vemos una exaltación de la riqueza, el estatus social y la vida lujosa. Todos quieren emprender, crear una startup, minar cryptos, hacer trading. Se produce un crecimiento exponencial de la bolsa. Los gobiernos y las empresas se vuelven austeros y conservadores en sus gastos. Se promueve la inmigración masiva para bajar salarios. Crece el desempleo y la precariedad laboral. Aumenta la desigualdad entre ricos y pobres. Crecen las ideologías liberales y anarco-capitalistas; Capricornio desea que cada uno triunfe por sus propios medios. Surgen las Big Tech, un oligopolio de grandes corporaciones tecnológicas: Google, Amazon, Apple, Facebook, Microsoft. Surgen grandes inversores financieros que controlan la totalidad del mercado: BlackRock, Vanguard, Berkshire Hathaway.

El lobo de Wall Street (2013)
El lobo de Wall Street (2013)

La política es autoritaria, reaccionaria y conflictiva. Estallan escándalos de corrupción, ya que Capricornio busca depurar el sistema para hacerlo más eficiente. La izquierda es controlada por las élites financieras, abandona su discurso antisistema y ahora se dedica a llamar «machistas», «homófobos» o «racistas» a los trabajadores pobres. Surge el movimiento woke y la cultura de la cancelación. En respuesta, crecen los partidos de ultraderecha. El mundo se convierte en un campo de batalla ideológico. La política lo impregna todo; vemos mensajes ideológicos en el cine, en la publicidad, en los eventos deportivos o en cualquier sitio donde se pueda manipular a la gente. Proliferan las teorías de conspiración, la paranoia y el pesimismo sobre el futuro.

Hay un fortalecimiento de las estructuras de poder. La tecnocracia está en auge: la ONU, la Unión Europea, los fondos de inversión y los grandes magnates buscan controlar a la población. Los gobiernos se vuelven autoritarios. Aparecen cámaras de vigilancia por todas partes. Se espía a la gente por Internet. Se persiguen los «discursos de odio» y la «desinformación». Censuran las redes sociales. Surgen los fact-checkers para tildar de «noticia falsa» a toda información que contradiga el discurso oficial. Los periodistas dejan de ser imparciales, se convierten en propagandistas del sistema y califican a todo el que piense distinto de «conspiranoico», «fascista», «negacionista» o «terraplanista». Se imponen planes de ingeniería social como la Agenda 2030. Se le dice a la gente cómo tiene que trabajar, comer, dormir, ir al baño, hacer el amor, votar o pensar. Bill Gates, George Soros, Klaus Schwab; los ricos se erigen como filántropos que salvarán a la humanidad.

Capricornio incrementó el poder de las élites.

Es la era de la moralidad. Los humoristas piden disculpas por chistes que hicieron hace más de 20 años. Los jugadores de fútbol se arrodillan por el racismo. Los hombres son llamados a deconstruir su masculinidad tóxica. Los políticos acusan a la gente de provocar el cambio climático. Los periodistas insultan a quienes no siguen las normas sanitarias de la pandemia. Todos somos culpables de algo. Se impone la inclusión forzada de mujeres, homosexuales y negros en la publicidad, el cine, la industria musical, el gobierno o las empresas; Capricornio nos obliga a hacer el bien, no espera a que lo hagamos nosotros mismos.

Ola de puritanismo sexual. Se amplía el concepto de «violación» a conductas que antes no lo eran. Los piropos y el ligoteo son criminalizados. Surge el movimiento #MeToo, desatándose una cacería de brujas contra los hombres por cualquier mínima sospecha de acoso. El feminismo se radicaliza. Aumenta el número de personas solteras. Baja la natalidad. Capricornio tiene una moral estricta y ve al sexo como algo peligroso.

Capricornio está obsesionado con que todo sea justo y perfecto, lo que le lleva a crear un montón de normas burocráticas. Lo hemos visto en el fútbol con el VAR, donde los jugadores antes de festejar un gol tienen que esperar a que un equipo técnico lo revise y lo apruebe. Lo hemos visto también con la campaña feminista «solo sí es sí», en donde se pretende que los miembros de una pareja se pregunten expresamente si consienten la relación sexual antes de iniciarla. En la pandemia esta burocratización se extendió a todos los ámbitos de la vida, llegando a límites absurdos de tener que mostrar un pasaporte sanitario si queríamos tomar un café.

Es la era de la austeridad («No tendrás nada y serás feliz», Foro de Davos), se busca utilizar la mínima cantidad de recursos posible. En Sagitario la vestimenta era fuertemente colorida, brillosa y adornada; en Capricornio es de colores pastel, ajustada y lisa. En Sagitario teníamos celulares de todos los tamaños y formas, pero en Capricornio tenemos un único smartphone rectangular que se ve igual sin importar qué empresa lo fabrique. En Sagitario teníamos miles de chats, foros, blogs y otras formas originales de comunicación por Internet, pero en Capricornio solo tenemos tres o cuatro redes sociales. La tendencia durante esta época ha sido simplificar todo. Por eso el estilo minimalista se ha impuesto en la arquitectura, la decoración de hogares y el diseño en general.

«Lo pulido, pulcro, liso e impecable es la seña de identidad de la época actual» (La salvación de lo bello, Byung-Chul Han, 2015)

Si miramos en YouTube abundan vídeos como «Reacciono a ‘x cosa’», «Unboxing de ‘x cosa’» o «Top 5 de las ‘x cosas’ más grandes del mundo». A Capricornio le gusta clasificar, ordenar, jerarquizar, evaluar y depurar la información. No produce información nueva, sino que trabaja con la información que ya existe previamente. Esto también lo hemos visto en el cine con los remakes: nueva película de «Los cazafantasmas», nueva película de «Matrix», «El Rey León» en versión 3D, nueva saga de Star Wars, nueva saga de Spiderman, enésima película de Batman, etc. Capricornio vive en el pasado y recurre permanentemente a él, es incapaz de crear algo nuevo desde cero.

En la era de Capricornio el arte está en decadencia. Se trata de un signo con poca imaginación que sacrifica la belleza por el ahorro de recursos. La industria se vuelve cautelosa al momento de lanzar un nuevo producto, prefiere recurrir a viajas fórmulas que le garanticen el éxito económico. El perfeccionismo de Capricornio lleva a que los sonidos de las canciones, los efectos especiales de las películas o los gráficos de los videojuegos se sientan extremadamente nítidos, pulidos y agradables. A pesar de ello, la obra suele ser aburrida. El arte contemporáneo se convierte en un negocio especulativo; se pagan millones por un lienzo en blanco o un plátano pegado con cinta a la pared. Los dibujos se reducen a su mínima expresión (CalArts, Corporate memphis). La música pierde originalidad, todas las canciones suenan igual; adquieren una tonalidad grave, con sonidos muy saturados, metálicos, depresivos, como los de una película de terror o suspenso. Dominan géneros como el electropop, el reguetón y el trap. En los videoclips suele aparecer gente conduciendo automóviles de lujo, ostentando joyas y cantando sobre lo geniales que son. Se popularizan las bandas de k-pop coreano en las que todos sus integrantes se ven perfectamente iguales, se visten perfecto, tienen rostros perfectos y bailan coreografías perfectas. El arte cinematográfico refleja la concentración del poder: abundan las series y películas distópicas en las que una élite todopoderosa juega con la vida de personas indefensas: Black Mirror, The Hunger Games, The Purge, The Handmaid’s Tale, Squid Game, The Platform, The Hunt. Las series cómicas desaparecen, las pocas que existen dejan de ser graciosas porque intentan sermonear al espectador con discursos políticos y moralistas en lugar de hacer reír.

Una época oscura

La era plutoniana de Capricornio ha sido especialmente negativa. Ya de por sí Capricornio es un signo que tiende a generar depresión. En 2011 empeoró con la entrada de Neptuno en Piscis, un signo que también es depresivo, lo que da una combinación terrible. Se juntaron los dos aguafiestas del zodiaco. Pero además coincidió que durante todo este periodo no hubo tránsitos energéticos, excepto un pequeño sextil Neptuno-Plutón al final. Y no solo eso, también hubo una presencia constante de tránsitos maléficos en cada uno de los años. Esto hizo que emergiera la peor cara de Capricornio: el autoritarismo, el narcisismo, el materialismo. Mientras que apenas vimos su lado positivo, como el orden, la justicia, la disciplina o la sabiduría. Finalmente llegamos al nivel más bajo de energía en 2020, con todo lo anterior, más Urano en Tauro y la cuádruple conjunción Marte-Júpiter-Saturno-Plutón en Capricornio, produciéndose la crisis definitiva del sistema. Las élites también aprovecharon las energías de este signo para impulsar sus planes, ya que la gente estuvo más proclive a obedecer órdenes. Como vemos, no todo fue culpa de Capricornio.

La era plutoniana de Acuario

Acuario, el bufón (Symbolon)

Antecedentes históricos

Toma de la Bastilla (1789)

Para entender esta era primero debemos ver qué sucedió la última vez que Plutón estuvo en Acuario. Eso fue entre 1778 y 1798. Un poco antes, en 1776, Estado Unidos declaró su independencia. Como toda revolución capricorniana su motivo fue económico: los americanos no querían pagar impuestos a los británicos. Sin embargo, cuando Plutón entró en Acuario la revolución se fue tornando humanista. En 1787 se aprueba la nueva Constitución donde se establece un sistema democrático y en 1791 se garantiza el derecho a la libertad de expresión por primera vez en la historia. Aquella época fue el apogeo del «Siglo de las Luces», provocado en gran medida por el trígono Neptuno-Plutón que duró casi todo el siglo XVIII (ahora tendremos un sextil Neptuno-Plutón con epicentro en 2026). Se expandió la ilustración, el enciclopedismo, el racionalismo, el método científico. Estas ideas revolucionarias se implementaron en la Revolución Francesa. En un documental se dice: «Desde principios de 1780 las calumnias habían circulado por todo el país. Sátiras pornográficas del rey y de la reina, folletos obscenos que se reían de la impotencia de Luis XVI y retrataban a la reina como una ramera promiscua en una corte pervertida y decadente». La energía de Acuario hizo que los franceses le perdieran el respeto a los nobles y monarcas, que eran las élites de aquel entonces. Cuando se produjo una crisis económica en 1789 la revolución estalló. Se escribió la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, precursor de los actuales derechos humanos. La Revolución no tuvo compasión con las élites, llegando incluso a guillotinar a Luis XVI y María Antonieta en 1793. La Revolución llegó a ser tan radical que hasta se inventó un nuevo calendario con semanas de 10 días, que empezó en el año 1 para eliminar las referencias al cristianismo. En 1794 Robespierre quiso crear una nueva religión para rendirle culto a la Razón. Vemos aquí el racionalismo acuariano llevado al extremo. Fue una época de utopías. Surge el lema «Libertad, igualdad, fraternidad». Los jacobinos impulsaron el sufragio universal, la soberanía popular y crearon un Estado fuerte y centralizado, dando origen a la izquierda política. Se produce la Conspiración de los Iguales de François Babeuf, primer intento de crear una sociedad comunista. El filósofo Kant propone la «paz perpetua» entre todas las naciones del mundo. En el arte se impone el neoclasicismo inspirado en las antiguas culturas de Grecia y Roma, las cuales eran admiradas por ser la cuna de la ciencia y la filosofía. Es la época de Mozart, uno de los mejores músicos de la historia. Fue también una época de gran desenfreno y libertinaje, expresado en escritores como el Marqués de Sade. Cuando Plutón entra en Piscis todo se calma, llega Napoléon Bonaparte y finaliza la revolución.

¿Por qué hubo tanto caos y violencia? Acuario es un signo bastante extremista, pero sobre todo el problema fue que durante aquella época hubo pocos tránsitos energéticos y muchos tránsitos maléficos. La Revolución Francesa coincidió con la oposición Urano-Plutón (1789-1796). La combinación de ambos planetas es revolucionaria, pero cuando están mal aspectados producen una revolución caótica, confusa, errática. Hace poco tuvimos una energía similar con la cuadratura Urano-Plutón (2008-2018) que dio origen al feminismo radical, los LGBTIQ+, Black Live Matters y otros movimientos «revolucionarios» que solo buscan destruir la sociedad, pero que no aportan nada bueno. Urano mal aspectado es como un loco que destruye todo lo que encuentra a su paso sin ninguna razón. Ahora tenemos la suerte de que Urano y Plutón harán un trígono entre 2023 y 2031, de modo que será una revolución más armoniosa.

La próxima era plutoniana de Acuario

Plutón ingresará en Acuario el día 23 de marzo de 2023, una fecha curiosa para los que crean en la numerología. Volverá a ingresar en Acuario el 21 de enero de 2024, y definitivamente el 20 de noviembre de 2024. Se quedará hasta 2043.

Podría simplemente decir: «En la era de Acuario ocurrirá exactamente lo contrario que en la era de Capricornio», porque son dos energías opuestas. Sin embargo hay al menos una característica que los hace iguales: tanto un signo como el otro representan lo «grande», lo «universal», lo «sistémico». Mientras que a otros signos de tierra les interesan los «pequeños» elementos materiales (Tauro el bienestar material; Virgo el orden material), a Capricornio le interesa el Poder sobre la materia en su totalidad. Mientras que a otros signos de aire les interesan las «pequeñas» ideas (Géminis el pensamiento lógico; Libra la belleza), a Acuario le interesan los grandes Ideales de la humanidad. Nos encontramos en los últimos signos del zodiaco, en los más sabios. Por tanto, vivimos una época en donde el sistema en su totalidad está siendo analizado, cuestionado y transformado.

La política será revolucionaria. Acuario nos obligará a realizar cambios profundos en la sociedad. Los moderados, centristas y conformistas que apoyen el sistema perderán poder. Los viejos paradigmas sociales morirán, ya no habrá «izquierdas» ni «derechas» (ideologías surgidas en la última era plutoniana de Acuario). Habrá mucha creatividad y comunicación de ideas; la política ya no será algo reservado a las élites, todo el mundo participará y se involucrará en los asuntos públicos. Surgirán nuevas ideologías que dominarán los próximos siglos. Aparecerán líderes que lucharán contra las élites y gobernarán a favor del pueblo. Habrá cambios en todo el sistema político y económico. La democracia y el capitalismo podrían ser abolidos o transformados radicalmente. La gente se manifestará, los políticos serán atacados, en especial los que defiendan el viejo sistema. Se promoverá una vida más lúdica y saludable. Se impulsarán políticas para reducir la desigualdad y la pobreza. Se reducirá la jornada laboral y habrá una renta básica o un trabajo garantizado por el Estado. El humanismo de Acuario nos llevará a tener una mayor conciencia ecológica para evitar la extinción de la especie, buscando algún tipo de armonía utópica entre la tecnología y la naturaleza. También habrá una ampliación de las libertades civiles, sobre todo la libertad de expresión, ya que Acuario como signo de aire necesita comunicarse libremente.

La era de Acuario no es pacífica, son tiempos agitados. Acuario es amistoso pero no acepta las injusticias; en ese caso puede llegar a ser extremadamente violento. No esperen algo como la revolución hippie de los años 60. En aquella época Plutón estaba en Virgo, que es un signo pacífico al que le gusta respetar las normas. Si bien la conjunción Urano-Plutón provocó una revolución social, esta se manifestó en formas virginianas como el Verano del Amor o el Mayo del 68. El lema de esa época fue «Haz el amor y no la guerra». El lema de Urano-Plutón en Acuario será un poco diferente: «Haz el amor y también la guerra». Las guerras en Acuario serán por ideales utópicos. No son guerras mundanas por petróleo o influencia geopolítica. Es posible que, como en la Revolución Francesa, los poderosos sean ajusticiados en violentas rebeliones. Los tránsitos armónicos suavizarán las tensiones y pueden evitar que eso ocurra, pero teniendo en cuenta que Neptuno estará en Aries y que las élites no van a ceder un milímetro en sus planes de dominio, es inevitable que se produzca un choque de fuerzas.

Acuario puede ser terrible con los poderosos que cometen injusticias.

Se termina la corrección política. No habrá más escándalos morales. Desaparecerá el feminismo radical y todo el movimiento woke. Regresará el humor negro. La comunicación entre las personas será más honesta, fluida, directa. Volverá la libertad de expresión en las redes sociales. Esto provocará una explosión de creatividad artística y el surgimiento de nuevas ideas que cambiarán el mundo.

Fin del puritanismo. Acuario es de mente abierta, juguetón, provocador, desvergonzado. La gente durante esta época se comportará de un modo más desinhibido, tendrá más parejas y más hijos. Acuario no es un signo pasional como Escorpio o Leo. Tampoco es un signo romántico como Libra o Piscis. Acuario entiende la sexualidad como un simple juego, no le da demasiada importancia. Tendremos más interés por la amistad. Nos volveremos a juntar con amigos para salir de fiesta, el grupo será muy importante. Habrá más eventos públicos y multitudinarios.

Puede ser una época de libertinaje ya que Acuario no respeta los límites, siendo este uno de sus aspectos más negativos. Es posible que la sociedad se infantilice todavía más. Los adultos se comportarán como adolescentes. La gente hablará con un lenguaje vulgar, aunque también gracioso. El exceso de rebeldía podría llevar a que hagamos cosas muy estúpidas. Acuario está completamente loco. Pero al mismo tiempo es un signo racional, por lo que de algún modo esa locura está bien calculada. Acuario no se deja llevar por las emociones, piensa antes de actuar.

El narcisismo desaparecerá. La apariencia física no tendrá demasiada importancia en esta época. Las mujeres usarán menos maquillaje y se dejarán el pelo más revuelto. La gente usará ropa cómoda que le permita moverse con libertad. No estamos hablando de un signo que se caracterice por su belleza. A veces nos gustará llamar la atención, pero no para conseguir algún beneficio material o para inflar nuestro ego, sino por pura diversión.

El arte recuperará la creatividad. La música tendrá ritmos acelerados, melodías alegres y sonidos experimentales. Desaparecerá el «malrrollismo» de las películas y series, que ahora tendrán historias más optimistas y menos distópicas. La ropa será más colorida, juvenil y con elementos decorativos. El diseño minimalista pasará de moda, todo se verá más exuberante. Surgirán nuevas formas de arte vanguardistas. La tecnología tendrá un papel importante en los procesos creativos. Se impondrá el futurismo o el neoclasicismo: de repente sentiremos que estamos en otro mundo. Es una buena época para los niños porque habrá muchas caricaturas, juegos y entretenimiento.

El «maximalismo» se pondrá de moda. Vuelven los colores intensos y los adornos bonitos.

Todo aquello que sea original, excéntrico, extravagante y antisistema ganará fuerza. Lo convencional será atacado y ridiculizado. La gente tendrá más curiosidad intelectual por la filosofía, la ciencia o la espiritualidad. Será una buena época para quienes les gusten las cosas frikis. Sin embargo, no debemos confundir la energía uraniana-acuariana (ciencia) con la energía neptuniana-pisciana (misticismo). Los fanáticos religiosos no serán bien vistos, ni tampoco los creyentes en eventos paranormales o en teorías conspiranoicas absurdas. Acuario es un signo que analiza el mundo a través del pensamiento racional. Siente atracción por lo extraño y se pondrá a investigarlo, pero si no le encuentra nada lógico lo rechazará, incluso lo combatirá. Es intolerante con los mentirosos, charlatanes y tontos. Puede llegar a ser muy sarcástico con las creencias que él considera «estupideces». Acuario no respeta autoridades, ni tradiciones ni sentimientos personales; solo respeta la verdad. Recordemos que es el penúltimo signo del zodiaco, a pesar de su apariencia infantil en el fondo tiene una gran madurez.

Será una época de grandes descubrimientos científicos. Durante la era de Capricornio no hubo casi ningún descubrimiento porque la ciencia fue conservadora, burocrática y estuvo dominada por los intereses de las corporaciones. Pero esto cambiará con Acuario; veremos a «científicos locos» inventar artefactos revolucionarios o teorías que modificarán los paradigmas establecidos. Es posible que la astrología quede finalmente demostrada. Mucho de lo que hemos visto en películas de ciencia ficción se materializará durante estos años. Habrá ordenadores cuánticos millones de veces más rápidos que los actuales. Los algoritmos de inteligencia artificial evolucionarán hasta superar nuestra imaginación. Estarán listos los primeros reactores de fusión nuclear que darán a la humanidad energía casi infinita. Habrá robots con gran inteligencia caminando entre las personas. Habrá videojuegos que serán indistinguibles de la vida real. Tendremos una segunda carrera espacial con viajes a Marte. Se encontrará la cura a muchas enfermedades. Todo esto causará un enorme impacto que dará inicio de una nueva era tecnológica y cultural. El humanismo de Acuario potenciará la creación de proyectos científicos a nivel mundial sin fines de lucro. Se discutirá sobre cómo proteger la Tierra, sobre nuestro lugar en el Universo y nuestro futuro como especie.

Neptuno y Urano

Neptuno en Aries (2025 – 2037)

La última vez que Neptuno estuvo en Aries fue entre 1862 y 1875. Son tiempos intensos, de importantes cambios, con guerras que marcan el fin de una época y el comienzo de otra. Nacen nuevos países: Imperio Japonés, Reino de Italia, Imperio Alemán. Gobiernan líderes fuertes: Napoleón III, Otto von Bismarck, Giuseppe Garibaldi, Abraham Lincoln, Benito Juárez, Francisco Solano López. En Japón se produce la Restauración Meiji que pone fin a su aislamiento del mundo, al sistema feudal y a los samuráis, comenzando un periodo de modernización. Italia y Alemania dejan de estar divididas en pequeños estados y se unifican. Se desata la Guerra Civil Estadounidense, que da como resultado la abolición de la esclavitud. En Sudamérica se desata la Guerra de la Triple Alianza de Brasil, Argentina y Uruguay contra el Paraguay, que nunca se rinde y decide luchar hasta el final. En España se produce la Revolución Gloriosa y se instaura la Primera República. Francia invade México pero es derrotada. En 1870 se desata uno de los conflictos bélicos más importantes del siglo XIX, la Guerra Franco-Prusiana, que marca el inicio de un periodo de paz en Europa hasta 1914 conocido como Belle Époque o Paz Armada. Hubo acontecimientos insólitos producto de la valentía y la inspiración de Aries como la creación de la Comuna de París en 1871. Como dato curioso en 1866 se inventó la dinamita.

Es probable que esta era neptuniana de Aries no sea tan belicosa como la del siglo XIX porque estamos en una época diferente. Pero si existe algún conflicto social o político no resuelto, Neptuno en Aries hará que se resuelva, por las buenas o por las malas. La tolerancia y la paciencia no son características de este signo. Aquellos acontecimientos ocurrieron con Plutón en Tauro, que es una energía opuesta a la de Aries. Tauro contuvo la impulsividad de Aries y la condujo hacia objetivos prácticos y económicos. Con Plutón en Acuario es posible que esta energía de Aries se exprese con mayor libertad y se vuelque hacia luchas idealistas. El heroísmo de Aries se mezclará con la rebeldía de Acuario, dando como resultado una época altamente explosiva.

A nivel psicológico, la energía de Aries nos dará una fuerza descomunal con la que podremos superar cualquier obstáculo que se nos cruce por el camino. Durante este tránsito la gente se volverá impaciente, veloz, honesta, aventurera, egocéntrica pero también sociable, con gran personalidad.

Urano en Géminis (2025 – 2031)

La última vez que Urano estuvo en Géminis fue entre 1941 y 1948. Son tiempos rápidos e ingeniosos. Se observó su influencia en las estrategias militares de la Segunda Guerra Mundial como los ataques relámpago o las batallas aéreas. Durante ese periodo hubo numerosos inventos como la energía nuclear, los aviones supersónicos, los cohetes, el radar, el microondas, el transistor y la computadora.

El signo donde esté Urano marcará la forma en que se desarrolle la revolución de Plutón en Acuario. Urano en Géminis indica que será una revolución intelectual y comunicacional. Es probable que los medios de comunicación se expandan y la censura desaparezca. Habrá nuevas formas de comunicarse. Surgirán nuevas ideas en el campo de la ciencia, el arte y la tecnología. Estaremos deseosos de aprender, de estar bien informados, lo cual potenciará aún más la revolución.

Durante este tránsito la gente se volverá curiosa, extrovertida, habladora, espontánea, también algo infantil o inmadura. A la rebeldía de Acuario y Aries se le sumará la de Géminis; es una de las pocas veces en la historia en que los tres signos más rebeldes del zodiaco se juntan. Serán unos años locos.

Predicciones

A Modern Odyssey, IN-SHADOW (2017)

Llevo desde 2016 advirtiendo sobre una crisis que pondrá fin al sistema. Estaba seguro que se daría con la conjunción Saturno-Plutón, y en parte ocurrió: a fines de 2019 se produjo la crisis en el mercado de repos y a principios de 2020 hubo un colapso de los mercados debido a la pandemia. Pero rápidamente los gobiernos inyectaron grandes sumas de dinero y para finales de 2020 ya no había crisis. Definitivamente eso no era lo que esperaba. Supuse entonces que la gran crisis estallaría con la cuadratura Saturno-Urano en 2021 o 2022. Si bien hubo un pinchazo de la burbuja especulativa de los NFT y una caída de las criptomonedas, así como una crisis en la cadena de suministros, una crisis alimentaria por la guerra de Ucrania y un aumento de la inflación, está lejos de ser lo que predije. Desde que comenzó la pandemia de COVID-19 tengo la sensación de que todavía no hemos llegado a la cúspide de la gran crisis. La revolución de 2025-2026 no se dará sin el colapso total del sistema económico. Después de todos los golpes que ha recibido la economía desde 2008 por los numerosos tránsitos maléficos que hubo, es increíble que el sistema todavía continúe en pie. Mi hipótesis es que Capricornio es un signo conservador que no dejará morir el sistema. No importa cuántos golpes reciba la economía, no importa que el sistema esté pendiendo de un hilo, los gobiernos están influidos por una energía capricorniana que les impide dejarlo caer, obligándolos a salir en su rescate una y otra vez sin importar las consecuencias. Capricornio hace que nos aferremos a lo viejo con uñas y dientes, no permitirá que lo viejo muera. Por eso estoy convencido de que el sistema colapsará —y ahora sí, para siempre— luego de que Plutón ingrese en Acuario en marzo de 2023. La crisis podría extenderse a 2024 o 2025, de modo que el colapso del sistema y la revolución se darán simultáneamente. Lo que hemos visto desde el 2020 hasta ahora es solo el principio de un gran cataclismo histórico que todavía no ha terminado. Aún falta lo más espectacular.


Es un buen momento para comprar oro, retirar el dinero del banco y dejar de invertir en bolsa. Una vez que Plutón ingrese en Acuario la olla a presión estallará. Será la mayor crisis económica de la historia. Europa y EEUU quedarán destruidos. Todo sucederá muy rápido, en cuestión de meses. Habrá un incremento brutal de la pobreza. Ante la desesperación y pérdida de control las élites podrían declarar una tercera guerra mundial a Rusia o China para desviar la atención. Pero será imposible frenar las energías planetarias revolucionarias. A la vez que el sistema se derrumbe comenzarán las protestas masivas, los saqueos, las rebeliones y finalmente la caída de las élites en torno a los años 2025-2026, no mucho más. Es posible que utilicen la oposición Saturno-Plutón de 2028 para dar un último golpe, pero será inútil. Como último recurso las élites fingirán que apoyan la revolución para intentar salvarse, pero no creo que logren manipular los acontecimientos. Las energías serán tan arrolladoras que destruirán sus planes.

La energía se incrementará súbitamente en los próximos meses. Este año comienza el sextil Neptuno-Plutón; en 2023 el trígono Urano-Plutón, más la entrada de Plutón en Acuario; en 2024 el sextil Urano-Neptuno; en 2025 la conjunción Saturno-Neptuno a 0° de Aries, más Urano en Géminis y Saturno bien aspectado. El tiempo se acelerará, todos los días ocurrirán acontecimientos interesantes, tanto buenos como malos. Son los últimos coletazos de un sistema que muere, por eso también son los más peligrosos. Pero no debemos tener miedo; todo lo que está ocurriendo es necesario para que la especie humana pueda evolucionar. Será un cataclismo liberador que pondrá fin a un sistema injusto y decadente. Una vez que esto termine el mundo no volverá a ser el mismo, a partir de ahí comenzará a surgir una nueva sociedad. Las élites nos dicen que no tendremos nada, que comeremos gusanos, que viviremos en cubículos y estaremos todo el día conectados al Metaverso. Esta es una fantasía distópica que ellos quieren imponer, pero es un futuro que solo existe en sus mentes perversas, no es lo que va a ocurrir. Luego de 2025 las élites irán perdiendo poder hasta que sus planes quedarán en el olvido. Surgirán nuevas élites humanistas que reemplazarán a las viejas. Dentro de 20 años nos reiremos de las tonterías que dicen Klaus Schwab o Bill Gates, porque nada de eso se cumplirá. El futuro que vendrá luego de la gran crisis y posterior revolución será un futuro luminoso que beneficiará a la humanidad.

La revolución de los próximos años ocurrirá, de eso no hay dudas. Lo que no podemos saber es qué tan profundo será su impacto en la historia, eso dependerá de nosotros. Después de 2043 ya no habrá energías revolucionarias en mucho tiempo. Esta es la última oportunidad que tenemos para cambiar.


Por último unos regalos.

Descubrí que Plutón influye en todos los aspectos de la vida humana cuando transita por un signo, imprimiendo sus características en el arte, en la vestimenta… ¡Incluso el rostro de las personas cambia y se moldea de acuerdo con la energía del signo! Me tomé el trabajo de hacer una compilación de la moda y la música en las eras plutonianas.

Evolución de la moda femenina:

Evolución de la música:

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