La Auténtica Felicidad

Nuestra finalidad es crearnos una felicidad auténtica y duradera, pero como actualmente la felicidad de muchas personas depende de que otros sean infelices, muy pocas personas logran sentir ese tipo de felicidad; la mayoría simplemente tienen destellos de lo que significa ser feliz.

Muchas personas creen que la felicidad es tener éxito, tener salud, acumular riquezas o encontrar el amor, pero no es así, estos factores son solo consecuencias de la felicidad, no su causa. Es decir, que es cuando nos sentimos felices cuando aumentan las posibilidades de hacer elecciones que nos acerquen a esas cosas, pero no al revés. Si te fijas, la persona infeliz no tiene valores ni virtudes y su tendencia es negativa, por lo que le resulta más difícil dejar de pensar en los factores externos y concentrarse en su felicidad y creatividad interior.

Casi todos vamos en busca de una ilusión o de una fantasía alimentada por momentos de felicidad esporádicos y que duran poco tiempo. Pero, ¿te imaginas que fuese al contrario?, ¿te imaginas tener un sentimiento constante de felicidad y que los momentos tristes fueran los que se desvaneciesen?… Pues bien, puede que la felicidad sea aleatoria, pero con predisposición y haciendo lo que nos gusta podemos conseguirlo.

La predisposición indica como somos de felices por naturaleza; por ejemplo, las personas infelices interpretan muchas situaciones como problemas, y en cambio, las personas felices interpretan las mismas situaciones como oportunidades. La predisposición depende simplemente de lo ‘dispuesto’ que esté nuestro cerebro a la hora de afrontar una situación. Este factor determina casi la mitad de la experiencia de felicidad de una persona.

“La manera en que una persona toma las riendas de su destino es más determinante que el propio destino” W. Von Humboldt

La otra mitad de nuestra felicidad depende de las cosas que elegimos hacer en nuestra vida cotidiana, del tipo de elecciones que nos hacen sentir bien. Por ejemplo, ir al cine, comer bien, hacer el amor, practicar deporte, hacer un viaje, asistir a un concierto… todo eso está bien, pero solo te producirá una felicidad momentánea o de pocas horas. Sin embargo, la expresión creativa o conseguir que otra persona se sienta feliz son dos opciones que si producen felicidad duradera.
Sin duda, las acciones que realizamos en favor de la felicidad de los demás son la vía más rápida para sentir una felicidad constante. Por eso hay tanta gente infeliz, porque muy pocas lo llevan a cabo, la mayoría solo busca su satisfacción personal y simplemente se limitan a acumular bienes materiales y dinero creyendo que eso es felicidad, pero no es así, la auténtica felicidad no depende de nada material.

“Hacer felices a otras personas; no hay nada mejor ni más bello” Beethoven

Las principales causas de nuestro sufrimiento y de nuestra infelicidad se pueden resumir en estas cinco: Desconocer nuestra auténtica identidad, aferrarnos al deseo, temer al cambio, identificarnos con nuestro ego y temer a la muerte. La única manera de superar estas causas es ser coherente contigo mismo, y ser coherente contigo mismo significa estar en paz, ser pacífico, ser intrépido, no tener conflictos ni falsas ilusiones, ser responsable, ser resistente, ser independiente y no estar sujeto a influencias externas.
La incoherencia individual es la causa de la infelicidad humana y de todos los conflictos y problemas que vemos a nuestro alrededor. Pero aquí y ahora, tú tienes la oportunidad de cambiar eso. Recuerda que cualquier paso que emprendas rumbo a tu conciencia fundamental eliminará algunas causas de infelicidad en tu vida y hará resurgir esa inmensa felicidad que llevas dentro.

“Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá acomodarse a frecuentes cambios” Confucio

Fuente: viveaquifelizyahora.blogspot.com

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